Lo primero que debes hacer es encender el horno y precalentarlo a 200ºC.
En un bol bate el huevo a temperatura ambiente y añade la leche, la mantequilla derretida, la esencia de vainilla y el edulcorante. Yo he usado eritritol, pero si prefieres estevia o xilitol, también funcionan. Mezcla bien todo esto.
En otro bol o en un plato hondo, mezcla las harinas, deshaz los posibles grumos.
Ahora ve añadiendo las harinas al bol de los líquidos, poco a poco hasta que se forme la masa, cuando veas que ya tiene consistencia amasa con las manos bien limpias.
Haz una especie de cilindro con la masa y envuélvelo en papel film. Guarda la masa en la nevera durante al menos 1 hora, también se puede dejar de un día para otro, si no te viene bien hornear en ese momento.
Con la masa fría, corta lonchitas del cilindro de masa, haz una bola con las manos y aplasta, ve poniendo las galletas sobre una bandeja de horno forrada con papel o usa una hoja de silicona antiadherente.
Hornea durante 10 minutos a 180ºC, saca las galletas y dales la vuelta.
Deja que se aireen durante unos 5 minutos y vuelve a horner otros 5 minutos más. Estate muy pendiente, las galletas deben quedar doradas, pero no quemadas, si ves que en tu horno se hacen más rápido sácalas antes.
Deja enfriar las galletas sobre una rejilla, es muy importante que se sequen bien.
Una vez frías ya puedes guardarlas en un recipiente hermético. Disfrútalas con café, té, con una onza de chocolate negro o tal cual porque están deliciosas, a los niños también les gustarán, mi hija las disfruta con leche entera y le encantan.
Notas
La harina de coco no es coco rallado, con coco rallado también se pueden hacer, pero ten en cuenta que lo notarás en la textura, con la harina de coco te quedarán más finas, con el coco rallado crujirán un poco al masticarlas.
Con estas cantidades me salió una masa de 200 gramos aproximadamente.
Formé 15 galletas que pesaban entre 12 y 15 g cada una.
Dejé reposar la masa una noche en la nevera y las horneé por la mañana.
Precalenté el horno a 200ºC, pero al introducir las galletas lo bajé a 180ºC.
La cocción la hice en 2 fases, primero 10 minutos a 180ºC, después las saqué, les di la vuelta y las dejé templar, las volví a hornear otros 5 minutos a 180ºC. Estos tiempos valen para mi horno, deberás estar muy pendiente porque pueden quemarse fácilmente.