PASTEL DE PESCADO FÁCIL

.Para los que refunfuñan cuando ven el pescado, para los que se lo comen por obligación y para los que lo amamos de todas las maneras posibles, traigo una opción sencilla y efectiva, un pastel de pescado fácil, lleno de sabor, con una textura suave y esponjosa.

Y es que, como te iba diciendo, esto de comer pescado a veces resulta difícil, debo decir que a mi me encanta y como siempre he vivido en poblaciones costeras, ha formado parte de mi dieta y de la de mi familia desde que tengo uso de razón.

En la zona mediterránea, solemos consumir pescados frescos, de pequeño tamaño, es costumbre muy arraigada comprarlo en el mercado, pero también en las diversas lonjas locales a última hora de la tarde cuando llegan los barcos a puerto.

El pescado fresco de proximidad necesita pocos adornos, a la plancha, al vapor, frito, al horno, hay mil maneras de prepararlo sin necesidad de elaborarlo demasiado para que el pescado en sí mismo sea el protagonista.

 

Este pastel de pescado fácil es una buena alternativa para los que se cansan de él con facilidad.

 

La receta que te traigo hoy es lo contrario, es una elaboración a base de pescado que suele gustar mucho a todos, por eso he empezado diciendo que es para los que refunfuñan cuando toca comer pescado.

Se trata de un pastel de pescado, yo lo he preparado con merluza, pero lo puedes hacer con cualquier otro pescado blanco, rape, por ejemplo.

Para hacer este plato no es necesario que compres pescado fresco puedes usar pescado congelado que sea de buena calidad, de esta forma te puede resultar más sencillo tenerlo a punto cuando te apetezca hacerlo.

Si, como yo, vives en un sitio de costa y tienes fácil acceso a pescado fresco a buen precio, perfecto, pero ya te digo que no es tan importante, lo vas a tener que desmigar y mezclar con el resto de ingredientes, así que lo importante es su sabor y no tanto su textura.

 

Esta receta se puede hacer con pescado congelado, pero procura que sea de buena calidad.

 

Si usas pescado congelado ten en cuenta descongelarlo correctamente en la parte alta del frigorífico, procura no dejarlo sobre el banco de la cocina, para evitar el crecimiento de microorganismos.

Además es importante que el descongelado sea progresivo para evitar cambios en la textura y el sabor del pescado.

Asegúrate de comprar un pescado congelado de calidad, si en el momento de la captura o tras la pesca fue congelado correctamente y se mantiene a cadena de frío, cuando vayas a descongelarlo, si lo haces de manera adecuada, la textura y el sabor se mantendrán.

Así que merece la pena gastar un poco más y comprar un buen producto en el que todo el proceso desde la captura/pesca, la congelación y la conservación hasta la venta se haya respetado.

 

 

Si tuviera que definir el pastel de pescado con un solo adjetivo, diría que es suave. Se deshace en la boca, cuando lo comes no te das ni cuenta, es ligero y sienta estupendamente.

Para que el pastel de pescado salga bien, hay algo fundamental, el tipo de cocción. El pastel de pescado se cocina siempre al baño María, es un método de cocción indirecto por convección.

El calor que emite el horno de convección, llega al alimento de forma indirecta. Se calienta el recipiente y el agua del baño María y cocina indirectamente el alimento, en este caso el pastel.

 

El pastel de pescado es tan suave porque se cocina al baño maría, esta técnica evita que se reseque.

 

La ventaja de este método es que el pastel queda jugoso, no se reseca y además no se forman burbujas de aire en su interior.

Para que la superficie del pastel tampoco se tueste, es conveniente taparlo con un papel de aluminio, que no toque la masa. Es solo para evitar que se dore y que mantenga el color claro.

Este pastel de pescado se puede servir de muchas maneras, yo lo presenté con una crema de calabacín y espinacas, aguacate y tomate, pero lo clásico es servirlo con mayonesa.

Si prefieres un aderezo casero y más saludable, no te pierdas el enlace al final de este post con 5 ideas deliciosas.

Se puede acompañar de gambas o langostinos cocidos, se puede tomar con ensalada o con unos espárragos salteados.

Para prepararlo son necesarios muy pocos ingredientes, el pescado, cebolleta, puerro, huevos, salsa de tomate y nata (opcional). Además de sal y pimienta al gusto.

 

Pescado y huevos, son los dos ingredientes principales de esta receta, no lleva harina ni almidones.

 

La elaboración ya te la puedes imaginar, es sencillísima, hay que cocer el pescado, eliminar piel y espinas y desmigarlo.

Sofreír la cebolleta y el puerro cortados en brunoise  y mezclarlo todo en el vaso de la batidora añadiendo los huevos, la salsa de tomate y la nata, sal, pimienta y a batir.

Una vez hecha la masa, se pone en un recipiente apto para el horno y se cuece al baño María, tarda entre 30 y 35 minutos a 180ºC y queda muy bien. Si lo dejas enfriar, lo desmoldarás con más facilidad.

A mi me gusta tomarlo frío, es una receta ideal para el buen tiempo, pero lo podrías tomar también recién hecho, una vez templado.

 

 

 

Por qué me gusta tanto esta receta:

• Se puede hacer con antelación y tenerlo en el frigorífico hasta que lo quieras servir.
• Es una manera de comer pescado diferente.
• Suele gustar a niños y adolescentes, prueba y verás.
• Es una receta perfecta para el calor.

 

Si te ha gustado esta receta, puede que también te interese:

• Pastel de carne (meatloaf).
• Crumble de salmón sin harina.
• Salteado de alcachofas con huevo escalfado.

 

5 ideas para preparar aderezos saludables:

5 aderezos saludables

A continuación tienes la receta y las instrucciones para prepararlo, ¡te encantará! 😉