ENSALADA DE COLORES

 

Esta ensalada de colores es una maravilla, te alegra nada más verla, además es refrescante y saludable, me encantan las ensaladas porque son una especie de base que lo aguanta todo.

Siempre hago este tipo de ensaladas en verano, con pocos ingredientes, todos crudos y cada uno de un color.

Esta lleva cebolla morada, pimiento amarillo, pepino (verde), tomate (rojo) y zanahoria (naranja) rallada, para mi la zanahoria cruda rallada adquiere otra dimensión, cambia su textura y me resulta mucho más agradable al consumirla.

Para darle mucho sabor y esa gracia especial que se espera en una ensalada, hago un aliño a base de AOVE, vinagre de Jerez, pimienta, sal y hierbas secas, (orégano, tomillo, hierbabuena).

También me gusta añadir perejil fresco en el último momento.

Un plato ideal para tomar en casa o para llevar donde quieras y que, como te decía antes, lo aguanta todo y combina con todo.

A mi me gusta tomar esta ensalada como guarnición de un pescado al vapor o de una carne guisada o a la plancha.

Hoy la he completado con huevo y sardinas, pero si sigues una dieta vegana o vegetariana, la puedes combinar con legumbres, unos garbanzos cocidos o unas alubias pintas le van estupendamente.

Color, sabor y nutrientes por un tubo, ¿Quién da más?.

 

La ensalada de colores es un plato de verano con ingredientes de temporada.

 

Esta ensalada es muy veraniega, los ingredientes lo son, así que es en esta época del año cuando hay que prepararla y disfrutarla al máximo.

Una característica de este plato es que no lleva lechuga ni hojas verdes de ningún tipo, es frecuente asociar el concepto de “ensalada” con ellas, pero es evidente que una ensalada no tiene porqué ser así, una ensalada no es más que una mezcla de ingredientes, la mayoría vegetales, mezclados y aliñados.

 

A mi esta ensalada me gusta para acompañar casi todo, y también es perfecta para abrazar unas legumbres, es de las que se ponen en un tarro de vidrio y quedan para ponerlas en un museo

Para que veas qué fácil es prepararla, he hecho un vídeo, dura sólo 1 minuto, para que no os agobiéis pensando… ¿Cuándo se acaba?

Como te puedes imaginar solo hay que cortar, mezclar y aliñar, ¡Más fácil imposible!.

No hay mucho más que decir sobre este plato, solo que me gusta el juego de texturas, es fácil de preparar, se pueden variar los ingredientes, admite muchos aliños diferentes y está lleno de color, es muy bonito.

 

Tomate, zanahoria y cebolla aportan carbohidratos accesibles a la microbiota.

 

Creo que con eso ya está todo dicho, sobre los ingredientes que lleva su importancia reside en que son ricos en nutrientes y que aportan fibra que nuestra microbiota puede metabolizar.

La pectina del tomate y la zanahoria, los mucílagos de las semillas del tomate, y los fructooligosacáridos (FOS) y la inulina de la cebolla morada.

En definitiva, una combinación muy conveniente para nuestro intestino, que contribuirá a mejorar y fortalecer nuestra flora intestinal.

Échale un vistazo al vídeo, ¡Te encantará ver lo fácil que es!

 

 

Tienes la receta un poco más abajo, espero que te guste.

 

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