Crackers de okara de almendra paleo

 

 

Hace unas semanas os hablé de un producto que para mí, es revolucionario, la harina de okara de almendras, os expliqué de dónde procede, cómo se obtiene y algunas de sus ventajas en la cocina en esta entrada del blog, pero no compartí ninguna receta.

Por fin voy a daros una fórmula que funciona para preparar unos crackers deliciosos y muy crujientes, ideales para acompañar cualquier dip, romperlos a trozos y tomarlos con una sopa fría, en una ensalada o directamente solos.

Los crackers o galletas saladas, se suelen consumir entre horas, en los aperitivos o acompañando determinadas salsas, quesos, sopas, etc. A los niños también les gustan, son un buen comodín en el almuerzo o la merienda.

La receta de estos crackers permite hacer variaciones, añadiendo pimentón dulce de la Vera, semillas de sésamo, de chía, de amapola o la especia que prefieras, por ejemplo cúrcuma, orégano, albahaca, dándoles toques de sabor y color diferentes.

 

Puedes dar sabor y color a tus crackers de okara con las especias que prefieras.

 

Preparar tus propios snacks es muy recomendable porque controlas los ingredientes y el proceso de elaboración. Estos crackers son comida real, sin grasas, sin conservantes, sin almidones, sólo llevan almendra, semillas, especias, sal marina y agua, (opcionalmente se le puede añadir una cucharada de aceite de oliva virgen extra, pero no es necesario). Son perfectos para acompañar un dip casero como este hummus de remolacha, o este dip de espinacas y alcachofas, con guacamole están también genial. Si les añades comino en polvo, les das un toque más moruno y combinan muy bien con el Baba Ganoush.

Los crackers de okara se han convertido en imprescindibles cuando preparo un aperitivo, me gusta mucho acompañar mis dips con verduras crudas (crudités), me encanta el frescor que aportan y lo ligeras que son, pero también me suele apetecer contar con alguna masa, algo más consistente, y estos crackers o galletas saladas son la solución.

 

 

 

Para conseguir una masa sabrosa que dé como resultado una galleta fina y crujiente hay que tener en cuenta algunas cosas, la más importante es el horneado, de cómo cocinemos la masa dependerá el resultado final. Son fundamentales la temperatura del horno, la cocción en dos tandas y el enfriado, aireado y secado. En definitiva lo que tenemos que conseguir es eliminar toda la humedad de la masa, por eso vamos a necesitar hornear la masa en dos fases, la primera vez el objetivo será cocer la masa, después sacaremos la masa del horno y la dejaremos enfriar, procuraremos que esté bien aireada, para eso hay que ponerla sobre una rejilla, si los vamos a consumir inmediatamente no hay problema, estarán crujientes, pero si queremos guardarlos para más tarde, con el horno ya apagado, guárdalos dentro, el calor residual los va a secar definitivamente. En caso de que los vayas a consumir al día siguiente, guárdalos en una caja o fiambrera cerrada, antes de consumirlos enciende el horno a baja temperatura y hornéalos sobre la rejilla, recuerda que sólo quieres eliminar la humedad, no cocerlos ni tostarlos, con 30 minutos a 120ºC será más que suficiente, antes de servirlos déjalos enfriar sobre una rejilla para que se aireen.

Para que tus crackers estén crujientes, necesitas eliminar toda la humedad de la masa, un horneado en dos fases y un aireado correcto te harán triunfar.

 

Teniendo en cuenta que la masa de estos crackers no lleva huevo y que la harina procede de la almendra, por lo tanto no tiene gluten, es necesario añadir un ingrediente que sea capaz de “aglutinar” el conjunto, para realizar esta función he usado las semillas de lino, que cuando se humedecen se vuelven pegajosas y actúan amalgamando los distintos elementos de la mezcla.

Por eso también las añado a mis galletas saladas de semillas sin harina, que al igual que estos están libres de gluten y necesitan un agente aglutinante, el lino es ideal para cumplir esta función, no en vano es considerado “el huevo de los veganos”.

 

 

Ventajas respecto a los crackers industriales:

Las galletas saladas comerciales, las que puedes encontrar en cualquier supermercado están hechas con harina de trigo, (este no es el mayor problema, si la consumes y te sienta bien), suelen llevar muchas grasas, ellos las llaman “grasas vegetales”, sin especificar, contienen jarabe de glucosa, es decir, azúcar, ¿raro verdad?, tratándose de galletas saladas… un gran cantidad de sal, para compensar, emulgentes y como no, extracto de malta de cebada, que se suele usar en todos los productos industriales panificados, aporta dulzor y el color dorado al hornear. Con estos datos, ¿no crees que merece la pena preparar tus propias galletas?, ten en cuenta que los crackers salados que te propongo solo llevan almendra, no llevan harina de trigo ni otros cereales, no llevan azúcares, el aceite de oliva es opcional, pero es una grasa de buena calidad, nada de aceites vegetales de origen desconocido, sal marina, especias al gusto y agua. Es que sobran los comentarios, juzga tú mismo.

 

Los crackes de okara de almendra paleo no contienen grasas indeseadas, ni azúcares, tú controlas los ingredientes.

 

Por qué me gusta esta receta:

• Es fácil y rápida.
• Las medidas son muy fáciles y las puedo recordar con facilidad.
• El resultado es muy bueno, se pueden guardar y sólo necesitas secarlos un poco antes de consumirlos.
• No contiene harina de trigo ni de otros cereales. Están libres de gluten.
• No contiene grasas perjudiciales para la salud.
• Sin huevo.
• No llevan productos lácteos.
• Sin azúcares.

Haz la prueba y prepara estos crackers, te sorprenderá lo fácil que es hacer un snack saludable para acompañar tus recetas o simplemente para picar algo.

Más abajo tienes la receta detallada y en la Notas de la Receta te doy un alternativa para que puedas prepararlos sin okara, es probable que conseguirla te resulte complicado, así que también puedes hacerlos con harina de almendra y tapioca.

¡Anímate y me cuentas!, ¡Salud! 😉