CHUTNEY DE TOMATE SIN AZÚCAR
Chutney, chutney, chutney…
Cuando esa palabra retumba en mi cabeza, me viene a la mente esa especie de mermelada agridulce que acompaña perfectamente una combinación de quesos, crackers súper crujientes, encurtidos, carnes fuertes y que es capaz de revolucionar tus sentidos a cada bocado.
El chutney es una mermelada, un poco dulce, ácida y generalmente picante. Se prepara con hortalizas o frutas, y es un condimento perfecto en muchos platos, ayuda a potenciar los sabores creando contrastes.
El sabor agridulce y picante del chutney es un zasca para tus sentidos 🙂
Yo lo percibo como un condimento de esos que ayuda a ponerte en alerta, cuando estás comiendo un plato sencillo, de sabores planos, te relajas y dejas de pensar en lo que estás haciendo, pero cuando aparecen este tipo de condimentos y salsas, tu cerebro se pone en alerta, tus sentidos se activan y empiezas a pensar mucho más en lo que estás haciendo, te dedicas en cuerpo y alma a degustar.
Esto no significa que la comida sencilla de sabores suaves no me guste, al contrario, es la que más abunda en mi dieta, es por eso que cuando preparo recetas más fuertes, no me gustan las medias tintas, me interesan los sabores potentes que me hagan enloquecer, ¡al menos un poquito! 😉
El chutney es un condimento muy especial, y aunque pueda parece lo contrario, es más saludable que la mayoría de salsas envasadas.
Lo importante como siempre es disfrutar, habrá veces que con una receta muy sencilla y suave serás feliz, pero habrá ocasiones en las que te apetecerá un bombazo, tanto una cosa como la otra puede ser muy saludable, así que no lo dudes y lánzate.
Para preparar un chutney, se cuece la hortaliza o la fruta elegida, puede ser tomate, cebolla, zanahoria, calabaza, lo que te apetezca o lo que tengas en abundancia y te interese usar, con vinagre y especias, se le añade un elemento picante, guindillas por ejemplo, y se endulza.
Yo lo he preparado de tomate, aunque también los he hecho de calabaza y cebolla. Mi preferido sin duda es este, porque el tomate combina muy bien con el queso que es con lo que lo más me gusta tomarlo.
Al chutney hay que darle tiempo, necesita cocer durante un buen rato y evaporar el agua para quedar bien reducido, con todos los sabores bien concentrados, ya que es eso precisamente lo que lo caracteriza.
Prepara el chutney con un edulcorante acalórico sin efectos en la glucemia, el eritritol y el xilitol son dos buenas opciones.
Yo lo he titulado “sin azúcar” porque no le he puesto azúcar de caña, que es lo habitual, se puede preparar también con otros endulzantes saludables, esta vez he usado azúcar de coco que, como ya te he comentado otras veces, tiene un índice glucémico (IG) más bajo que el azúcar de caña del tipo que sea, y es un azúcar natural 100% procedente del coco.
A esta receta le va muy bien porque tiene sabor a caramelo y con poca cantidad obtienes el resultado deseado. Neutraliza la acidez natural del tomate y la del vinagre y lo “carameliza”.
El azúcar de coco tiene un IG de 35, no olvides que es azúcar, y que como tal, se metaboliza y afecta a la glucemia, además tiene calorías.
El IG del azúcar de coco es inferior al del azúcar blanco (IG70), y si usas poca cantidad como es el caso de esta receta, puede ser una buena opción.
Pero si aún así es mucho para ti, usa eritritol (IG 0) que no tiene ningún impacto sobre la glucemia, porque no se metaboliza.
Conserva el chutney durante 2 semanas sin problemas, en botes limpios y esterilizados.
Una vez cocido, envásalo en botes de vidrio esterilizados (hervidos en agua), cuando aún está bien caliente.
Cierra y ponlos boca abajo, deja enfriar en esa posición y después guárdalos en la nevera, de esta forma se conservarán perfectamente al menos 2 semanas.
Si sabes hacer conservas, puedes practicar con este chutney al igual que harías con tus mermeladas o compotas caseras, de esa forma te durará mucho más.
Yo preparo poca cantidad y en una semana se acaba, así que no hago todo el proceso completo.
Y para acompañarlo, unos quesos fuertes, una carne potente, encurtidos y unos crackers caseros muy crujientes, los hago mucho últimamente porque son ligeritos y les tengo muy pillada la medida.
Me encanta preparar tablas de queso con chutney de tomate y crackers, unos encurtidos buenos y alucinas, ¿a quién no le gustan esas cenas informales donde no se necesitan ni platos?.
Con una tabla de madera donde presentar los quesos y embutidos, un bote de chutney, unos crackers y unas copas para degustar un buen vino, todo lo demás sobra.
¿Tú que opinas?, ¿Eres de los que disfrutan con poco?, ¿O necesitas sentarte a mesa y mantel cada vez que toca comer?.
Si te ha gustado esta receta, seguro que también te gusta:
¿Buscas más ideas? Si te atreves con un Chutney seguro que te atreves con una compota…
CHUTNEY DE TOMATE SIN AZÚCAR
Equipment
- Una olla
Ingredientes
- 1 kg tomates maduros (4 tomates)
- 2 dientes de ajo
- 125 gramos cebolleta (1 cebolleta)
- 2 cda azúcar de coco (Lo puedes sustituir por 2 cucharadas de xilitol o de eritritol)
- 1/2 taza vinagre de sidra de manzana ( O vinagre de manzana). Si te gusta mucho el punto agrio, añade 1/2 taza más.1
- 1 cda zumo de limón recién exprimido
- 1/2 cucharadita ralladura de limón (opcional)
- 1/2 cucharadita sal marina
- 1/2 cucharadita jengibre molido
- 2 guindillas picadas, sin semillas (si quieres que pique más añade dos guindillas extra)
- 1/4 cucharadita comino molido
- 1/4 cucharadita pimienta blanca o negra
Elaboración paso a paso
- Primero escalda los tomates, para poder pelarlos con facilidad. Ya sabes, hazles un corte en cruz e introdúcelos en agua hirviendo durante 1 minuto, sácalos, déjalos enfriar y quítales la piel, saldrá fácilmente.
- Corta la cebolleta en juliana. Exprime el limón y ralla la piel, prepara todos los ingredientes.
- La elaboración es muy sencilla, cuando tengas todo listo, solo hay que introducir todos los ingredientes en una olla, y llevar a ebullición, en ese punto baja el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante 60 minutos aproximadamente.
- Deberás remover de vez en cuando para que no se pegue, de lo que se trata es de que reduzca y quede aproximadamente 1/3 del volumen inicial.
- Guarda el chutney caliente en botes de vidrio pequeños, previamente hervidos, cierra y deja que templen boca abajo. Después los guardas en la nevera y te duran como mínimo 15 días en perfecto estado.
Notas
- Ten en cuenta que el chutney se consume en poca cantidad, como condimento, salsa o acompañamiento, por eso he calculado 8 raciones. Si te gusta mucho y comes más, pues te durará menos. En ese caso te aconsejo que dobles las cantidades para obtener más.
- Si te gusta mucho el picante pon más guindillas con las que yo he puesto tiene un punto interesante, pero apto para todos los públicos.
- El jugo de limón y la ralladura le dan un toque refrescante, pero son opcionales.
- En cuanto al vinagre, con el chutney me pasa igual que con los escabeches, me gustan suaves, si a ti te va la potencia, añade el doble de vinagre.
- El azúcar de coco endulza el chutney aportando sabor a caramelo, pero puedes usar un edulcorante acalórico que no se metabolice y te quedará igualmente bien.
APERITIVOS, SALSAS, SIN AZÚCAR, SIN GLUTEN, SIN HARINA, SIN LACTOSA, TOMATE