5 PRODUCTOS QUE NUNCA COMERÍA
Fíjate en una cosa, he titulado esta entrada “5 PRODUCTOS QUE NUNCA COMERÍA” y no “5 ALIMENTOS QUE NUNCA COMERÍA”. ¿Sabes por qué? Porque la lista de productos que vas a ver a continuación, son eso, productos, pero en ningún caso se pueden considerar alimentos.
1. MARGARINA
Nunca comería margarina porque no es un alimento, es un producto creado de manera industrial.
Nació a mediados del s. XIX, ante la necesidad de proveer a las clases bajas y al ejército francés de una grasa más asequible que la mantequilla.
Napoleón III convocó un concurso y fue Hippolyte Mège-Mouriés, (químico francés), quien lo ganó.
La margarina se obtiene tras un proceso de hidrogenación de ciertas grasas para obtener un producto sólido a partir de uno líquido, dicho proceso provoca la generación de grasas trans, muy perjudiciales para la salud cardiovascular.
Actualmente, la industria trata de evitar su formación y ofrecen el producto “sin grasas trans”, se estima que sigue quedando 1% de las mismas en este tipo de productos, puesto que eliminarlas del todo es casi imposible.
Aunque viene enriquecida con vitaminas, generalmente A y E, suele llevar muchos aditivos y su consumo habitual no es nada recomendable.
Nunca comería margarina porque es el resultado de la hidrogenación de grasas líquidas a altas presiones y temperatura, para obtener una grasa sólida untable.
Olvida la margarina y si quieres consumir una grasa sólida elige siempre la mantequilla, la mantequilla es un alimento, una grasa de origen animal cuyo proceso industrial es muy sencillo, hasta la puedes hacer en casa.
Mira este vídeo y aprende cómo.
La grasa más saludable para consumir de manera habitual es el aceite de oliva virgen extra, pero si te encanta untar unas tostadas o preparar un hojaldre casero, elige siempre mantequilla, nunca margarina.
2. MARMITE
Puede que no sepas qué es el Marmite, pues voy a desvelarte este gran misterio, otro invento de la industria alimentaria, otro de esos productos que yo nunca comería.
Se trata de una pasta comestible para untar que está elaborada con extracto de levadura, es un subproducto del proceso de elaboración de la cerveza.
Un producto que la industria creó a principios del s. XX para aprovechar los restos de levadura en la elaboración de cerveza.
Se consume fundamentalmente en países del Norte de Europa, y se usa para untar tostadas en el desayuno.
De consumo habitual en Gran Bretaña, en los países de la Mancomunidad Británica, pero también en algunas regiones de Francia, y en Holanda.
El Marmite es una pasta oscura de sabor salado y muy fuerte, sabe a levadura y se suele untar en tostadas con mantequilla o margarina.
Dinamarca lo prohibió en 2011 por estar enriquecido con vitamina B y B12, además de las que ya aporta de por sí, y se establece una dosis diaria recomendada, para evitar problemas en el hígado.
Dicen que el Marmite o se ama o se odia, que no hay punto medio, yo no me posiciono, solo te digo que yo nunca lo comería, no es un alimento.
Recuerda, no queremos subproductos de nada en nuestra dieta.
3. CORNFLAKES
También llamados cereales de desayuno, son en realidad un producto fabricado a partir de cereales, en este caso maíz.
El término “Cornflakes” significa literalmente “copos de maíz”, así que mejor no les llamemos cereales en genérico.
Cereales son la avena, el trigo, el centeno, la espelta, el maíz, el arroz, etc, pero así tal cual, no procesados y convertidos en otra cosa.
Nunca comería cereales “de caja” son productos procesados industriales ricos en azúcar, sal y con mucha menos fibra de la que nos dicen.
Los Cornflakes NO son cereales, son un producto industrial fabricado a partir de maíz, concretamente “maíz descascarillado y desgerminado” como indica el propio envase.
Si lees la lista de ingredientes, el primero es el maíz, ¿y el segundo?, AZÚCAR, y es que por cada 100 g de producto, 84 g son hidratos de carbono, de los cuales 8 g son azúcar y el resto almidón.
El almidón tiene un índice glucémico muy elevado, 80, y hará que tu glucosa en sangre suba como la espuma en un momento.
Si te vienen a la cabeza los Special K como una alternativa a los clásicos, olvídate, esta versión “sana” lleva menos almidón, pero el doble de azúcar, no hay por dónde cogerlos.
Por cada 100 g, 76 g son hidratos de carbono, de los cuales 17 g son azúcar y 59 g almidón.
Ofrece a tus niños mejores alternativas en el desayuno, cuida su alimentación desde pequeños.
Por no hablar de los que están dirigidos al consumo infantil, son un verdadero engaño y poco más que un producto con el que envenenar a los niños, a base de trigo refinado, azúcar, jarabe de glucosa, miel y aceites vegetales, (de los que hay que evitar a toda costa).
Desde los Smacks hasta los Choco krispis, pasando por una amplia gama de productos que debes evitar dar a tus niños, el mejor consejo es que no entren en casa, ¡nunca los metas en tu cesta de la compra!.
Y recuerda que al igual que muchos otros productos industriales (patatas fritas de bolsa, snacks y otros productos procesados), a los cereales de desayuno se les añade BHT (Butilhidroxitolueno) al envasarlos, para que conserven su frescura durante más tiempo.
Esta sustancia evita el enranciamiento de los aceites usados en la fabricación y se considera seguro en bajas dosis, pero no si es de consumo habitual. Hay estudios hechos en animales que concluyen que puede ser cancerígeno, así que mejor evitarlo.
Yo nunca comería este tipo de producto, no tiene valor nutricional, son calorías vacías, de alto índice glucémico.
Un porridge de avena, o un pudin de chía son opciones mucho más saludables y además, sabes lo que comes.
Si pretendes un desayuno saludable y te encantan los cereales, elige avena integral ecológica, copos de teff o trigo sarraceno, entre otros, pero siempre integrales, sin refinar.
Y si quieres aprender a desayunar sin pan y sin cereales, visita esta entrada, tenemos muchas opciones, y todas están al alcance de nuestra mano, no nos dejemos llevar.
4. GALLETAS MARÍA
Me resulta difícil entender cómo las galletas María han llegado a ser consideradas un desayuno saludable, cuando solo es necesario leer la lista de ingredientes en el envase para comprender que son todo lo contrario.
Para empezar debemos considerar las galletas María como bollería industrial, de esa manera ya empezamos a entender mejor de qué se trata.
Las galletas María son un desayuno muy pobre nutricionalmente hablando, y nada saciante.
Las galletas María son un producto industrial rico en azúcares y aceites vegetales, dos ingredientes que deben ser evitados en la dieta sin importar la edad que tengas.
Si lees el listado de ingredientes, independientemente de la marca que elijas, el primero es la harina de trigo, el segundo el azúcar y el tercero la grasa de palma o el jarabe de glucosa.
Además todas llevan fructosa, y sulfitos, en concreto el metabisulfito de sodio (E-223), si los embutidos que contienen sulfitos deben ser evitados, añade a tu lista las inofensivas, a la par que veneradas, galletas María.
Pues este es el desayuno ideal que tantos médicos de familia han aconsejado a sus pacientes y que todavía hoy se sirve de manera generalizada en los desayunos y meriendas de hospitales.
Las galletas María son bollería industrial, si te encantan y no vas a renunciar a ellas, es importante que sepas qué estás comiendo.
¿Cómo se puede consentir esto?, ¿Cuánta desinformación nos han colado?, una de las primeras cosas que se les da a los niños son las galletas María, si quieres un desayuno sano y rápido, café con leche y galletas María, para los ancianos galletas María.
Las razones de su éxito son varias:
- Son un producto ultraprocesado muy rentable para la industria, aunque el consumidor lo percibe como barato. (Pasa lo mismo con los refrescos, los cereales de desayuno, los snacks fritos y extrusados y cualquier bollo industrial).
- Su apariencia es inofensiva, son las galletas “de toda la vida”.
- Tomar 4 o 5 galletas con café parece poca comida, favorece pensamientos del tipo “con esto no voy a engordar”.
- Es fácil, no requiere ningún esfuerzo, solo abrir una caja (demasiado trabajo para algun@s).
- Se sirven en menús hospitalarios y muchos médicos siguen recomendándolas a día de hoy. (Si te lo dice alguien con bata blanca, “Amén”).
Aunque lo mejor es acostumbrarse a desayunar de otra manera, si buscas alternativas para preparar galletas en casa, consulta las siguientes recetas:
5. YATEKOMO
Los fideos chinos instantáneo, los de esta marca y todos sus semejantes, son productos ultraprocesados que hay que evitar siempre. Los motivos que me hacen decirlo de una forma tan directa son varios y te los voy a explicar a continuación de manera detallada.
Pero antes, me gustaría destacar que mientras en la propia China su consumo ha descendido de manera importante en los últimos 5 años, aquí en España ha ocurrido justo lo contrario.
Y es que por lo visto la creciente clase media china está intentando mejorar sus hábitos alimenticios y prefiere diversificar su dieta, pero aquí parece que sea al revés.
Este ultraprocesado importado tiene mucho éxito, especialmente entre los más jóvenes.
Los fideos orientales son un producto de baja calidad enfocado a quienes buscan un bajo precio, sin embargo resultan muy lucrativos para sus fabricantes.
La mayor parte de su contenido (un 80% aproximadamente) son fideos, fabricados a base de harina de trigo refinada, aceite de palma, gasificantes y sal.
Después la salsa, suele ser salsa de soja, rica en azúcar y sal.
Y por último, hay un 5% o menos de lo que podrían ser alimentos sanos (verduras, pollo, etc).
Las diferentes versiones tienen valores nutricionales similares, más de 50 g de hidratos de carbono por ración, de los cuales 4 g son azúcar. (La ración indicada en el envase es de 187 g, una vez reconstituido).
Sabiendo lo que contiene cada uno de esos botecitos, podemos entender la pobreza nutricional de estos productos y el alto rendimiento económico que tienen para los que los fabrican.
Lo más gracioso es que nos hacen creer que su producto es barato, igual que pasa con las galletas María de las que hablaba antes, los refrescos, los snacks o las pizzas congeladas, fabricados con materias primas de baja calidad, pero con mucho marketing, eso sí.
Todos ellos son productos con mucho margen comercial, muy lucrativos para sus fabricantes.
Si te gustan los noodles o fideos orientales, cocínalos en casa, es muy sencillo y mucho más sano.
Si te gustan los fideos al estilo oriental, lo mejor es prepararlos en casa añadiendo muchas verduras y pollo, gambas, o lo que más te guste.
Usa fideos de arroz integral o pasta de konjac si quieres que el resultado sea bajo en carbohidratos, la cuestión es que cocinando en casa controlas los ingredientes, y el resultado es mucho más nutritivo y económico.
Por lo tanto, la conclusión una vez más es que yo nunca comería una ración de los afamados Yatekomo, más conocidos en mi casa como Notekomo. 🙂
SILVIA
Muy interesante. Gracias
missblasco
Muchas gracias Sílvia! 😉